El objetivo final de esta técnica de Sanación es la de alinearnos con la Energía Divina y restaurarnos la salud en todos los niveles


MAESTRA KWAN YIN



Maestra Kwan Yin, madre de la compasión y el Perdón


martes, 8 de octubre de 2013

Comprender

El estudiante, al tratar de comprender y aplicar estas po­tentes, aunque sencillas leyes, tiene que mantener una guar­dia estricta sobre su pensamiento y expresión, ya que cada vez que uno piensa o dice «no Soy», «no puedo» o «no ten­go» está ahorcando la Magna Presencia Interior, consciente o inconscientemente y en forma tan tangible como si se co­locaran las manos alrededor del cuello de alguien; sólo que con respecto a una forma exterior el pensamiento puede ha­cer que la mano lo suelte en cualquier momento, mientras que cuando uno hace una declaración de no ser, no poder o no tener se pone en movimiento la energía ilimitada que continúa actuando hasta que uno mismo la ataja y transmu­ta la acción.

Esto te mostrará el enorme poder que tú tienes para cali­ficar, determinar u ordenar la forma en que quieres que ac­túe la gran energía de Dios. Y te digo, amado estudiante, que la dinamita es menos peligrosa. Una carga de dinamita sólo desintegrará tu cuerpo, mientras que LOS PENSAMIENTOS IGNORANTES LANZADOS SIN CONTROL NI GOBIERNO ATAN A LA RUEDA DE LA REENCARNACIÓN INDEFINIDAMENTE[1], o sea que, mientras dure un decreto sin atajar, sin transmutar o disolver, conti­núa imperando per sécula seculorum, ¡y por disposición del propio individuo!
Por esto verás cuan importante es que tú sepas lo que es­tás haciendo cuando usas expresiones incorrectas impensa­damente, ya que estarás empleando el más potente y Divino Principio de Actividad en el Universo, o sea, el «YO SOY».
No comprendas mal. No se trata de una expresión o idea oriental, extranjera, vana, liviana, ni de ninguna exagera­ción. Se trata ni más ni menos que del más alto Principio de Vida usado y expresado a través de todas las civilizaciones que hayan existido. Recuerda que lo primero que toda for­ma de vida consciente de sí misma expresa, es «YO SOY». Es mucho más que «yo existo». Es después, en su contacto con lo exterior, con actividades incorrectamente calificadas, que él comienza a aceptar cosas menores que «YO SOY».





[1] La humanidad debe ser informada de que los habitantes de las ciuda­des mueren y reencarnan en el mismo sitio muchas veces, porque han for­mado ligaduras que los atraen de nuevo al mismo ambiente. El estudiante que tiene que reencarnar debe dar la siguiente orden: «la próxima vez nace­ré en una familia de gran luz». Esto les abrirá la puerta con gran rapidez en su progreso.

Libro de oro de Saint Germain


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