En
la gráfica hay tres figuras representadas, a las que nos referiremos
como figura superior, figura media y figura inferior. La figura
superior es la Presencia yo soy, el YO SOY EL
QUE YO SOY, la
individualización de la presencia de Dios para cada hijo e hija del
Altísimo.
La
Mónada Divina se compone de la Presencia YO SOY rodeada por las
esferas (anillos de color) de luz que constituyen el Cuerpo Causal.
Este es el cuerpo de la Primera Causa que contiene dentro de sí los
"tesoros del hombre acumulados en el cielo" -palabras y
obras, pensamientos y sentimientos virtuosos, realización y luz-,
energías puras de amor que se han elevado desde el plano de la
acción en el tiempo y el espacio como resultado del ejercicio
juicioso del libre albedrío por parte del hombre y de su
calificación armoniosa de la corriente de vida que surge del corazón
de la Presencia y desciende al nivel del Ser Crístico, y desde allí
para estimular y avivar el alma encarnada.
La
figura media de la gráfica es el Mediador entre Dios y el hombre,
llamado el Santo Ser Crístico, el Ser real o la conciencia Crística.
Se le ha llamado también Cuerpo Mental Superior o Conciencia
Superior. Este Instructor interno ampara al yo inferior, que consiste
en el alma que evoluciona a través de los cuatro planos de la
Materia usando los vehículos de los cuatro cuerpos inferiores (el
cuerpo etérico o de la memoria; el cuerpo mental; el cuero emocional
o del deseo; y el cuerpo físico) para equilibrar el karma y cumplir
el plan divino. Las tres figuras de la gráfica corresponden a la
Trinidad de Padre -que siempre incluye a la Madre- (la figura
superior). Hijo (la figura media) y Espíritu Santo (la figura
inferior). Esta última está destinada a ser el templo del Espíritu
Santo, cuyo fuego está indicado por la llama violeta que la rodea.
La
figura inferior te representa a ti como discípulo en el Sendero. Tu
alma es el aspecto no permanente del ser, que se hace permanente a
través del ritual de la ascensión.
La
ascensión es el proceso por el cual el alma, habiendo equilibrado su
karma y realizado su plan divino, se une primero con la conciencia
Crística y después con la Presencia viviente del YO
SOY EL QUE YO SOY. Una
vez que la ascensión ha tenido lugar, el alma, el aspecto no
permanente del ser, se convierte en el Incorruptible, un átomo
permanente en el Cuerpo de Dios. La gráfica de tu Yo Divino es,
pues, un diagrama de ti mismo: pasado, presente y futuro. La figura
inferior representa al hijo del hombre o hijo de la Luz evolucionando
bajo su propio "Árbol de la Vida". Es así como deberías
visualizarte, de pie en la llama violeta, que invocas diariamente en
el nombre de la Presencia YO SOY y tu Santo Ser Crístico para
purificar tus cuatro cuerpos inferiores en preparación para el
ritual del matrimonio alquímico: la unión de tu alama con el Amado,
tu Santo Ser Crístico. La figura inferior está rodeada por un tubo
de luz que es proyectada desde el corazón de la Presencia Yo Soy en
respuesta a tu llamado. Es un cilindro de luz blanca que sostiene un
campo de fuerza de protección las veinticuatro horas del día,
siempre y cuando lo mantengas en armonía. También es invocado
diariamente con los "Decretos de Corazón, Cabeza y Mano" y
puede ser reforzado cuando se necesita.
La
llama trina de la Vida es la chispa divina enviada desde la Presencia
YO SOY como don de vida, conciencia y libre albedrío. Está sellada
en la cámara secreta del corazón para que, a través del Amor, la
Sabiduría y el Poder de la Deidad anclados allí dentro, el alma
pueda cumplir su razón de existir en el plano físico. También
denominada llama Crística y la llama de la libertad, o flor de lis,
es la chispa de la Divinidad del hombre, su potencial para alcanzar
la Cristeidad. El cordón de plata (o cristalino) es la corriente de
vida que desciende desde el corazón de la Presencia YO SOY hasta el
Santo Ser Crístico para alimentar y sostener (a través de los
chakras) al alama y a sus vehículos de expresión en el tiempo y el
espacio. Por este cordón "umbilical" fluye la energía de
la Presencia entrando en el ser del hombre por la coronilla y dando
el ímpetu al latido de la llama trina al igual que al del corazón
físico. Cuando se termina un ciclo de encarnación del alma en la
forma Material, la Presencia YO SOY retira el cordón de plata, con
lo que la llama trina vuelve al nivel del Cristo y el alma vestida
con la vestidura etérica gravita al nivel más alto de su
realización, donde es instruida entre una encarnación y otra hasta
la final en la que la gran ley decreta que no volverá a salir. La
paloma del Espíritu Santo que desciende desde el corazón del Padre
se muestra justo encima de la cabeza del Cristo. Cuando el hijo del
hombre se reviste (y se convierte en) la conciencia del Cristo, como
Jesús hizo, se une con el Santo Ser Crístico.
El
Espíritu Santo está sobre él y se oyen las palabras del Padre, la
amada Presencia YO SOY: "Éste es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia.