En
su libro sobre iniciación humana y solar, Alice Bailey define la
constitución humana espiritual, teniendo una naturaleza trina:
Mónada, Ser superior (o alma) y yo inferior (ego).
Pitágoras
también tenía el mismo concepto sobre la naturaleza trina del
hombre, sino que utiliza una terminología diferente:
Espíritu, alma
y personalidad.
La
mónada es
la chispa divina que anima y da vida a toda criatura
humana. Es
nuestro núcleo de conciencia más elevado,lo que
somos,
individualmente, como espíritu manifestado.
La tarea del alma
es conectarse a la mónada,de la que recibe impulsos
evolutivos y amor.
El
espíritu, o mónada es la parte de Dios o espíritu uno que
habita dentro
de cada uno de nosotros.
Dios no está fuera, sino
dentro de nuestras almas.
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